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¿Estoy sufriendo de depresión posparto?

La llegada de un bebé en casa despierta una variedad de emociones en los padres, que la mayoría de las veces son gratificantes. Sin embargo, estas también pueden ser ambivalentes, negativas y difíciles de llevar. En definitiva, añadir un nuevo miembro a la familia suele ser una auténtica montaña rusa para ambos progenitores.

En estos casos, se imponen nuevas rutinas, roles, obligaciones e, incluso, cambios hormonales. 

Es muy habitual que este mix se vea reflejado en un estado emocional alterable de la pareja, tiñéndose de sentimientos de tristeza, ansiedad o de rabia. Incluso en algunas ocasiones puede transformarse en una depresión posparto. ¿En qué punto deberíamos alarmarnos?

En este artículo hablaremos sobre en qué consiste la depresión posparto, cuáles son sus principales causas y síntomas y qué podemos hacer para ayudar a una persona que se encuentra ante esta situación.

¿Qué es la depresión posparto?

Cuando hablamos de depresión posparto, nos referimos a un estado de depresión que comienza durante las primeras seis semanas después del parto. En estos casos, la madre o el padre puede presentar síntomas como tristeza persistente o pensamientos negativos o ansiosos hacia el bebé.

Sufrir de depresión posparto es bastante común en padres primerizos: se calcula que entre el 10 y el 20% de las mujeres la han sufrido después de dar a luz. En muchas ocasiones, los hombres también pueden llegar a padecerla, y se estima que la experimentan entre el 8 y el 10% de los padres. ¿Pero qué es lo que la causa?

Principales causas de la depresión posparto

Hay distintos factores que pueden llevar a una depresión posparto. A veces, la depresión posparto puede ser causada por una depresión anterior, como la depresión durante el embarazo. También puede ser que la persona la haya sufrido en el pasado o pueda tener una predisposición hereditaria a ella.

La madre puede tener dificultades en el proceso de acceso a la parentalidad y en realizar los ajustes de identidad como mujer y madre. Es posible que su historia le haga creer que no será una buena madre.

Las experiencias traumáticas en el pasado, como pérdidas de seres queridos, carencias emocionales, malos tratos físicos y emocionales o abusos, pueden desencadenar una depresión durante el embarazo o después del nacimiento del bebé. A veces afloran recuerdos desagradables del pasado.

Otros casos en los que se puede presentar una depresión posparto es cuando el acto de dar a luz ha sido traumático. Cada persona vive el parto de una manera distinta y, en algunas ocasiones, este puede tener dificultades, complicaciones o haber sido más doloroso de lo previsto.

Una maternidad temprana también puede ser una situación donde la persona la sufra, debido a que puede desencadenar una crisis más amplia. Por ejemplo, es posible que la persona se cuestione las relaciones que tenía con sus propios padres o que le afloren sentimientos de angustia ante el futuro. Del mismo modo, las madres solteras o que se encuentran lejos de la familia pueden experimentarla, debido a la falta de una red de apoyo social (como la que pueden proporcionar los abuelos).

Principales causas de la depresión posparto

Quizás has escuchado a hablar sobre la depresión posparto, pero te resulta difícil identificar si en estos momentos tú o una persona cercana a ti la está padeciendo.

Es algo muy habitual, ya que durante las primeras semanas a dar a luz, las emociones suelen estar a flor de piel y es frecuente sufrir episodios esporádicos de rabia o tristeza. De hecho, este periodo es conocido como baby blues, que se caracteriza por la ansiedad o el llanto que pueda sufrir la madre. Sin embargo, no hay de qué preocuparse, ya que prácticamente del 50 al 80% de las madres lo sufren.

No obstante, hay algunos casos en el que esta tristeza persiste y puede derivarse a una depresión posparto. En estos casos, es habitual que la madre o el padre muestre varios de estos síntomas:

Bajo estado de ánimo.

Falta de interés y placer.

Falta de energía y ansiedad.

Pensamientos pesimistas y cambios en el sueño y el apetito.

Dificultad para apegarse al bebé.

Dificultad para disfrutar la relación e interacción con el bebé. 

Tener pensamientos negativos hacia el bebé.

En especial, estos últimos síntomas pueden ser muy dolorosos para la madre, ya que pueden generar intensos sentimientos de culpa.

También puede presentarse con un comportamiento obsesivo relacionado con el estado del recién nacido. Por ejemplo, es habitual que la persona que sufre de depresión posparto, necesite comprobar ansiosamente el bienestar del recién nacido. Por otro lado, también puede tener fuertes pensamientos relacionados con ser una mala madre o no estar a la altura de la situación.

De hecho, en estos casos, profesionales como pediatras o enfermeras pueden ser los primeros en detectar este tipo de sintomatología, y deberán ser los primeros en llamar la atención a los familiares para poder tratar la situación.

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¿La depresión posparto puede afectar al bebé?

La depresión de la madre o del padre puede afectar la calidad de la relación emocional con el recién nacido. Esta puede expresarse en varios síntomas o en la conducta del bebé, como en trastornos alimentarios o digestivos, dificultad de dormir, llanto excesivo y dificultad para calmarse.

A largo plazo también puede tener consecuencias. Por ejemplo, el niño pequeño puede sufrir síntomas como:

Un apego más inseguro (con miedo).

Trastornos de atención con inquietud motora (el pequeño es incapaz de quedarse quieto).

Dificultad para hablar o relacionarse.

Irritabilidad.

Problemas para entender sus emociones o integrarse en el entorno escolar.

¿Cómo superar la depresión posparto?

¿Cuánto tiempo puede durar la depresión posparto? En buena medida, la respuesta a esta pregunta dependerá del apoyo que el padre o la madre reciba. Habitualmente, puede recobrarse al cabo de unos meses con una recuperación completa (3-14 meses de promedio). Sin embargo, cabe considerar que en el 30% de los casos se convierten en crónica. También es muy frecuente recaer en este tipo de depresión en caso de volver a tener un embarazo (entre el 50% y el 60% de las personas vuelven a recaer).

Para poder superar esta patología, el primer paso es entender que no es un acto voluntario, y a menudo puede ser complicado para la persona aceptar su estado. Condicionar el entorno para que la o el paciente pueda tener un espacio para descansar y recuperarse, le ayudará a recuperar su ritmo de sueño, un factor que tiene un enorme efecto en el estado de ánimo de la persona.

Por otro lado, también es muy aconsejable evitar que la persona se quede aislada. Por ejemplo, podéis diseñar una nueva rutina que le permita socializar con su círculo cercano, a la vez que vuelve a practicar ejercicio y otras actividades que la entusiasmen.

En los casos más extremos, y con la ayuda de un profesional, también es posible tratar la depresión posparto con medicamentos. Sin embargo, es necesario reservar esta solución para situaciones más difíciles, ya que los antidepresivos pueden terminar en la leche materna. En todo caso, una vez que se ha identificado una depresión postparto, lo más recomendable es contar con la ayuda de una psicoterapia que permita tratar la situación.

Contar con la ayuda de un profesional

En Centro Lapsi tratamos la psicoterapia de interacción y vínculo temprano, que se centra especialmente en tratar las dificultades psicológicas durante el embarazo, postparto y la primera infancia, para tratar la depresión y estrechar el vínculo entre la familia y el bebé.

El tratamiento de la depresión postparto permite vivir una evolución positiva a largo plazo de las dificultades del bebé. Mejora la relación entre madre e hijo, y el funcionamiento del niño. Se ve reflejado tanto en su comportamiento, como en sus capacidades cognitivas, emocionales y relacionales.

En cualquier caso, si la persona muestra durante varias semanas los síntomas que hemos explicado, lo más recomendable es poder tratar la situación con un especialista en psicología perinatal. Gracias al soporte profesional, será mucho más fácil indagar en la fuente del malestar para poder disfrutar lo más pronto posible del recién nacido, apoyar el buen desarrollo emocional del bebé y darle la bienvenida que necesita.

Tuulikki Trias

Tuulikki Trias

Directora del Centro LAPSI

¿Quién soy?

Psiquiatra y psicoterapeuta, especializada en niños y adolescentes.
Tengo especial interés en la psicología perinatal, la primera infancia (0-3 años) y en el trabajo psicoterapéutico del primer vinculo de la madre/padre y el bebé.
Especializada en psicología de gemelos.