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Depresión en el embarazo: ¿es normal sentirse triste durante la gestación?

El embarazo es una época marcada por grandes cambios, tanto en tu cuerpo, como en la percepción de ti misma. Y, a pesar de estar rodeada de un aura de misticismo, no todas las futuras madres viven este momento vital de manera positiva. ¿Qué sucede en estos casos?

Si estás embarazada y sientes tristeza o pensamientos negativos con cierta regularidad, es posible que estés pasando por una depresión durante tu embarazo. 

En este artículo hablaremos sobre qué es la depresión en el embarazo y cuáles pueden ser los motivos por los que te sientes así. Vamos a profundizar en esta patología que, por cierto, reportan hasta una quinta parte de las mujeres embarazadas.

¿Qué causa la depresión en el embarazo?

Cuando una mujer se queda embarazada, su cuerpo experimenta varios cambios: a nivel hormonal, se disparan los niveles de estrógeno y progesterona, y poco a poco su barriga empieza a ser más prominente. Esta transición puede vivirse de muchas maneras, pero la más común es experimentar un cambio en la propia percepción, tanto del mundo interior, como de su realidad exterior.

También en esta época es habitual que el estado de ánimo cambie: su capacidad de concentración disminuye y se vuelve más sensible a su entorno. En otras palabras, las emociones están a flor de piel. Sin embargo, en algunos casos estas sensaciones pueden verse acentuadas de manera negativa, sobre todo cuando coincide con alguno de estos escenarios:

Si la mujer no cuenta con una red de apoyo cercana durante su embarazo

Si ha vivido alguna experiencia traumática en el pasado, como un aborto espontáneo o un duelo perinatal, pérdidas, malos tratos o abusos.

Si el embarazo no ha sido deseado.

 

En caso de que notes que tú o tu pareja está triste o apática de manera persistente durante el embarazo, lo más recomendable es buscar a un profesional para manejar la situación, por dos motivos clave: la salud de la embarazada y la del bebé.

Principales síntomas de la depresión durante el embarazo

A veces puede ser difícil saber si realmente la persona sufre de depresión en el embarazo. Estos son algunos de los síntomas más habituales de la patología:

Bajo estado de ánimo.

Falta de interés y placer.

Falta de energía y ansiedad.

Pensamientos pesimistas y cambios en el sueño y el apetito.

Dificultad para apegarse al bebé.

Dificultad para disfrutar el embarazo.

Tener pensamientos negativos hacia el bebé.

Sobre todo, estos últimos puntos pueden ser muy dolorosos para la madre y derivar a sentimientos intensos de culpa. También es posible que tenga fuertes pensamientos relacionados con ser una mala madre o no estar a la altura de la situación.

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¿La depresión en el embarazo puede afectar al bebé?

Una de las principales razones por la que es importante tratar un caso de depresión en el embarazo es el efecto que puede tener en el desarrollo del futuro bebé. Para el pequeño, el embarazo y el primer año de vida es la etapa en la que mayor crecimiento tendrá respecto a su lado emocional, social y mental.

En caso de no tratar una depresión en el embarazo, lo más probable es que derive a una depresión posparto. ¿Cuál es el resultado final? Una depresión posparto puede terminar afectando a los lazos que la madre intente forjar con el bebé y a su correcto desarrollo.

Por otro lado, según la King’s College de Londres, la depresión en el embarazo también puede tener efectos físicos y hormonales en el recién nacido. En su investigación, los bebés nacidos de madres que la habían sufrido, presentaban síntomas como hiperactividad o llantos más frecuentes durante las primeras semanas de vida. Incluso un año más tarde, los investigadores registraban mayores niveles de cortisol (la hormona que se activa durante el estrés) en situaciones en que otros niños no les afectaba (BBC).

Cómo tratar la depresión en el embarazo

Existen varias dificultades para identificar a una mujer que está sufriendo de esta patología durante su embarazo, principalmente por el contexto de felicidad al que asociamos este momento vital.

Por ejemplo, esta época suele estar asociada a expectativas positivas y de celebración, en el que los padres quieren encajar por la presión de su entorno social. Ante esta situación, los sentimientos ambivalentes que muestra la madre pueden topar con las expectaciones de los familiares. Por este motivo, es posible que una persona con este perfil oculte con vergüenza sus pensamientos, con tal de complacer el ideal social o evitar la vergüenza de sentirse estigmatizada.

Por otro lado, al ser una situación nueva y desconocida para la mayoría de padres primerizos, pueden suponer que sus sentimientos privados son habituales en esta etapa. Al fin y al cabo, son muchas las emociones e incógnitas que se destapan con un embarazo. Entonces, al normalizar la situación, lo más común es no considerar la ayuda externa. Para evitar estos casos, contar con una red de apoyo y de confianza, como la familia o los amigos cercanos, puede ayudar a la mujer para darse cuenta de que no es una situación común.

En todo caso, una vez que se ha identificado una depresión durante el embarazo, y si esta es persistente, lo más recomendable es contar con la ayuda de una psicoterapia que permita tratar la situación.

En Centro Lapsi tratamos la psicoterapia individual y la psicoterapia de interacción y vínculo temprano, que se centra especialmente en tratar las dificultades psicológicas durante el embarazo y la primera infancia para estrechar el vínculo entre la familia y el bebé. Si crees que tú o una persona cercana de tu entorno necesita soporte profesional, te invitamos a solicitar más información a nuestros especialistas.

Tuulikki Trias

Tuulikki Trias

Directora del Centro LAPSI

¿Quién soy?

Psiquiatra y psicoterapeuta, especializada en niños y adolescentes.
Tengo especial interés en la psicología perinatal, la primera infancia (0-3 años) y en el trabajo psicoterapéutico del primer vinculo de la madre/padre y el bebé.
Especializada en psicología de gemelos.