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El sueño del bebé: ¿por qué el bebé no puede dormir?

El sueño del bebé: ¿por qué el bebé no puede dormir?

El sueño de un bebé es muy diferente al de un adulto, y comprenderlo puede ayudarle a dormir mejor. Es normal que los recién nacidos se despierten varias veces durante la noche, ya que están en pleno desarrollo y necesitan alimentarse con frecuencia. A lo largo de los primeros meses de vida, el patrón de sueño de un bebé pasa por muchos cambios. Aunque puede ser un desafío, entender estos procesos puede facilitar tanto el sueño del bebé como el de los padres.

Es completamente normal que los adolescentes experimenten una amplia gama de emociones intensas.

¿Cómo duerme un bebé?

Un recién nacido puede dormir hasta 20 horas al día en intervalos breves. A medida que crece, la cantidad de sueño disminuye gradualmente: alrededor de los 6 meses, un bebé duerme entre 13 y 14 horas al día. Durante los primeros meses, el sueño se distribuye en períodos cortos a lo largo del día y la noche, sin un ciclo claro de sueño y vigilia.

Los bebés no tienen un ritmo circadiano desarrollado en sus primeros meses. Esto significa que no tienen un concepto claro de “día” o “noche”, lo que puede hacer que se despierten con frecuencia. A medida que crecen, desarrollan gradualmente un patrón de sueño más predecible, especialmente si los padres siguen un ritmo diario regular y estructurado.

Es importante que los padres no intenten forzar un patrón de sueño en un recién nacido, ya que cada bebé tiene su propio ritmo biológico. Durante esta etapa, lo ideal es acompañar al bebé en sus necesidades, brindándole seguridad y tranquilidad. No dejes que el bebé llore solo; esto puede generar estrés innecesario tanto para él como para los padres. En lugar de eso, es mejor ofrecerle consuelo y cercanía.

A medida que el bebé crece, alrededor de los seis meses, su capacidad para adoptar una rutina de sueño empieza a consolidarse. Es entonces cuando los cambios en su estructura de sueño, su sistema nervioso central y su sociabilidad empiezan a ser más evidentes. El despertar nocturno, que en las primeras semanas puede ser frecuente, suele disminuir a medida que el bebé se va adaptando a un ciclo de sueño más estable.

El sueño no es igual para todos los bebés

Cada bebé es único, y esto incluye sus patrones de sueño. Mientras que algunos bebés pueden dormir varias horas seguidas, otros solo descansan en períodos de una hora a la vez. A lo largo de la noche, los bebés pasan por ciclos de sueño más ligero y más profundo. En los períodos de sueño ligero, pueden mover las manos o los pies, vocalizar o incluso abrir los ojos brevemente, pero continúan durmiendo si nada los despierta. Sin embargo, otros bebés pueden despertarse por completo entre esos períodos de sueño.

A medida que los meses pasan, el bebé empieza a dormir más por la noche y estar más despierto durante el día. Sin embargo, a los 4-6 meses, el número de despertares nocturnos puede aumentar temporalmente debido a la adquisición de nuevas habilidades motoras (como gatear), lo que puede alterar temporalmente su sueño.

Cómo ayudar a tu bebé a desarrollar buenos hábitos de sueño

Establecer buenos hábitos de sueño desde el principio facilita que el bebé se sienta más seguro y que concilie el sueño con mayor facilidad. Crear un ambiente relajante y predecible antes de dormir también contribuye a un descanso reparador, tanto para él como para los padres.
  1. Crea un ambiente adecuado para el sueño
    La habitación donde duerme el bebé debe estar lo más oscura posible y libre de ruidos fuertes. Las tomas nocturnas y los cambios de pañales deben hacerse de manera discreta para que el bebé no se despierte completamente. También, asegúrate de que el bebé esté bien alimentado antes de acostarse para que no se despierte por hambre durante la noche.
  2. Establece una rutina nocturna
    Los bebés responden bien a las rutinas. Introducir actividades relajantes antes de acostarse, como un baño, cambiarle el pañal, dar un biberón o amamantar y leerle un cuento, puede ayudar al bebé a asociar esos momentos con la hora de dormir. De esta manera, el bebé aprenderá gradualmente que es hora de descansar.
  3. Ayuda a tu bebé a aprender a quedarse dormido solo
    Es común que algunos padres acostumbren a dormir a su bebé en brazos, meciéndolo o amamantándolo hasta que se quede dormido. Si bien esto es completamente natural, el problema surge cuando el bebé se acostumbra tanto a la presencia de los padres que empieza a depender de ellos para conciliar el sueño. Un consejo útil es intentar acostar al bebé siempre despierto, pero tranquilo. De esta manera, el bebé aprenderá a asociar la sensación de seguridad con el lugar donde se duerme y no solo con la presencia de los padres.
  4. Usa objetos de consuelo
    Algunos bebés se sienten más seguros con un juguete de dormir o un trapo, que pueden servir como una especie de “amuleto” que les ayuda a relajarse y quedarse dormidos.
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      ¿Por qué no puede dormir mi bebé?

      Si tu bebé tiene dificultades para dormir, es importante considerar varias posibles causas:
      • Malestar físico: El bebé puede tener gases, cólicos, o dolor en el estómago, lo cual puede dificultar su sueño.
      • Poca socialización durante el día: Los bebés necesitan estímulos durante el día para gastar energía, lo que les ayuda a descansar mejor por la noche.
      • Exceso de estimulación: Un día demasiado ajetreado o con demasiados estímulos o novedades puede hacer que el bebé se sienta sobreexcitado y le cueste más relajarse.
      • Cambio de lugar para dormir: Si has cambiado de lugar de descanso (un nuevo cuarto o una visita), es normal que el bebé se sienta incómodo y tenga problemas para adaptarse.
      • Ruidos o luces brillantes: Un ambiente ruidoso o con demasiada luz puede dificultar el sueño del bebé.

      Además de estos factores, el estrés y las emociones de los padres también pueden influir en el sueño del bebé. Los bebés son increíblemente sensibles a las emociones de los adultos que los cuidan. Si un padre o una madre se siente ansioso, estresado o mal emocionalmente, el bebé puede percibir estas emociones, lo que puede generar inquietud y dificultar el sueño. El bebé puede estar inquieto o incluso experimentar más despertares nocturnos si percibe tensión o ansiedad en el ambiente. Por esta razón, es importante que los padres intenten mantenerse lo más tranquilos posible, ya que el estado emocional de los cuidadores puede influir directamente en el bienestar y descanso del bebé. A veces, consultar a un profesional puede ser necesario para abordar preocupaciones más profundas o si el sueño del bebé se ve afectado por factores emocionales o físicos que no se resuelven con los cambios en el ambiente o rutina.

      El rol de los padres en el sueño del bebé

      Los padres juegan un papel crucial en el desarrollo del sueño del bebé. Si bien cada bebé es diferente, hay algunas pautas generales que pueden ayudar:
      • Rutina diaria constante: Establecer un ritmo regular tanto para ti como para tu bebé ayudará a crear una sensación de seguridad y previsibilidad en su vida. Los bebés responden bien a la consistencia, así que intenta seguir el mismo horario todos los días, incluso los fines de semana.
      • Reduce el estrés: Los bebés perciben el estrés de sus padres, así que trata de calmarte antes de la hora de acostarte. La sensación de calma y seguridad es importante para que el bebé se relaje. Un ambiente tranquilo y sin tensiones favorece mucho más el sueño del bebé.
      • Proporciona un ambiente seguro y confortable: Asegúrate de que tu bebé se sienta seguro y cómodo en su espacio. Un lugar tranquilo, con poca luz, y con una rutina que le indique que es hora de dormir, facilitará mucho su descanso.

      Consejos adicionales para mejorar el sueño de tu bebé

      • Juega durante el día: Un bebé que recibe atención y cariño durante el día suele estar más relajado y dispuesto a dormir por la noche.
      • Evita la estimulación excesiva antes de dormir: Evita juegos demasiado activos o ruidos fuertes justo antes de la hora de dormir.
      • Sé paciente: A medida que el bebé crece, los patrones de sueño mejorarán. Si bien el proceso puede ser largo y desafiante, tener paciencia y mantener una rutina constante es clave.

      En resumen, el sueño de un bebé es una etapa de transición que varía según su edad y desarrollo. Aunque puede ser frustrante cuando tu bebé no duerme bien, con paciencia, consistencia y un ambiente adecuado, pronto aprenderá a asociar el sueño con calma y seguridad. Recuerda, cada bebé es diferente, y lo más importante es seguir el ritmo de tu bebé y brindarle el apoyo que necesita para desarrollar buenos hábitos de sueño. Y, por supuesto, no olvides que tu bienestar emocional también juega un papel crucial en este proceso. Un hogar tranquilo y equilibrado favorece tanto tu descanso como el de tu bebé. Si las dificultades persisten, no dudes en consultar a un profesional para recibir orientación y apoyo adicional.

      Contar con la ayuda de un profesional

      En Centro Lapsi ofrecemos psicoterapia individual y de interacción y vínculo temprano, que se centra especialmente en tratar las dificultades psicológicas durante el embarazo, postparto y la primera infancia, para tratar la depresión y estrechar el vínculo entre los padres y el bebé.

      El tratamiento de la depresión postparto permite vivir una evolución positiva a largo plazo de las dificultades del bebé. Mejora la relación entre madre e hijo, y el funcionamiento del niño. Se ve reflejado tanto en su comportamiento, como en sus capacidades cognitivas, emocionales y relacionales.

      En cualquier caso, si la persona muestra durante varias semanas los síntomas que hemos explicado, lo más recomendable es poder tratarla situación con un especialista en psicología perinatal. Gracias al soporte profesional, será mucho más fácil indagar en la fuente del malestar para poder disfrutar lo más pronto posible del recién nacido, apoyar el buen desarrollo emocional del bebé y darle la bienvenida que necesita.

      Tuulikki Trias

      Tuulikki Trias

      Directora del Centro LAPSI

      ¿Quién soy?

      Psiquiatra y psicoterapeuta, especializada en niños y adolescentes.
      Tengo especial interés en la psicología perinatal, la primera infancia (0-3 años) y en el trabajo psicoterapéutico del primer vinculo de la madre/padre y el bebé.
      Especializada en psicología de gemelos.